Últimamente escucho mucho estas dos palabras: fatiga pandémica.
Hace referencia al cansancio que está haciendo mella en muchas personas porque pronto hará un año que empezó todo esto.
No se tú, pero al principio pensaba que sería cuestión de semanas, o meses.
Que estaban exagerando.
Si, soy optimista patológica. Pero también analizo mucho todo, y en poco tiempo se vio que no iba a ser tan rápido ni tan sencillo.
Así que empieza a hacerse evidente que, incluso los que éramos más positivos, empezamos a estar agotados. De vivir en la incertidumbre, por ejemplo, de si nos confinarán de nuevo, si perderemos el trabajo, si nos pondremos enfermos nosotros o alguno de los nuestros…
Pero la incertidumbre siempre había estado ahí, aunque no la miráramos a la cara.
Ojo cuidao!
Que he dicho que soy optimista patológica y este correo está poniéndose feo.
Y no, no es mi estilo.
Yo soy pronoier.
Pronoier es un concepto acuñado por Steve Allen en su libro del mismo título, donde explica cómo la ley de la atracción no es solo fantasía, como nos han vendido en los últimos años, ni consiste en pensar fuerte en un elefante rosa en el jardín para que se materialice. Ese es el tipo de «optimismo mágico» que siempre me ha dado repelús.
Pero hay algo que está claro y es una de las cosas más importantes que he aprendido en mi vida: siempre tenemos dos opciones: Podemos lamentarnos por no conseguir nuestros objetivos, y llorar por la leche derramada, o podemos usar ese dolor para convertirnos en la mejor versión de nosotras mismas.
Como introducción al fascinante tema de la Pronoia (recuerda que es la creencia contraria a la paranoia, es decir, creer que el Universo conspira a nuestro favor) he preparado un pequeño e-book.
Mi primer impulso fue regalarlo, pero a estas alturas de la vida sabemos que los regalos no se valoran.
Y este e-book contiene cinco ejercicios para cerrar el año que pueden cambiar tu perspectiva y abrir tu mente.
Te lo prometo.
Por 2 €.
Que no es un regalo, pero casi. ¿O no?
Te dejo el enlace para conseguirlo y me cuentas.
Feliz pronoia!