Hoy no te voy a hablar de la Luna, pero sí de una película que acabo de ver en Netflix: Rememory

Te confieso que la escogí porque soy muy fan del actor principal, que si eres seguidora de «Juego de Tronos» le reconocerás enseguida, Peter Dinklage, también conocido como Tyron Lannister.

El argumento central son los recuerdos, nuestras memorias. Un científico consigue crear una máquina que, conectándose con nuestro cerebro, es capaz de buscar y reproducir nuestros recuerdos en una pantalla, como si de una película se tratara. Explica que nuestros recuerdos, con el paso del tiempo, se van modificando queramos o no, y terminan por no ser reales, por no ser fieles a lo que en realidad sucedió.

Pero la cuestión filosófica, y a la que más vueltas le he dado en mi cabeza es: ¿realmente queremos recordar las cosas con fidelidad? ¿o es mejor que nuestra mente filtre y cambie los recuerdos?¿es mejor recordar o quizás debemos olvidar y dejar en el pasado algunos sucesos?

También se habla de que somos hoy quienes somos gracias, o como consecuencia de lo que nos sucedió en el pasado. Son los recuerdos, lo que hemos vivido, lo que da forma a nuestra personalidad y carácter.

No te explico mucho más, aunque la película tampoco es de las mejores que he visto, pero si el tema te atrae, verás que las diferentes historias de buenos y malos recuerdos tiene muchos momentos interesantes.

¿Y por qué me ha atraído especialmente esta película en este momento? porque llevo meses preparando un curso que aún no tiene nombre definitivo, pero que servirá para escribir nuestras memorias.

Creo firmemente que nuestra felicidad HOY depende en gran parte de la relación que tenemos con aquello que hemos vivido y de la capacidad para dar un relato positivo a nuestra vida.

Algunos estudios científicos sugieren que las personas más felices tienen una perspectiva positiva de su pasado y sus experiencias. Lo que no quiere decir que tienes que haber experimentado solo y exclusivamente cosas buenas, sino que tu relato tiene que ser positivo. Incluso en los peores momentos se puede crear belleza, y poner el dolor por escrito permite sanarlo y reescribirlo.

Uno de los mejores libros (en mi opinión) de Isabel Allende es Paula, el libro que escribió mientras su hija estaba en coma.

Y es mi pasión por la escritura la que quiere crear un curso para que todas podamos exorcizar esos recuerdos, ponerlos por escrito y crear nuestro relato. ¿Con qué fin? pues porque creo en el poder de la palabra escrita para sanar, para entender el pasado, para perdonar, para volver a vivir aquellos días felices y la compañía de los que ya no están con nosotros. Y porque, si somos nuestros recuerdos, podemos cambiar si cambia nuestra visión respecto a ellos.

Seguro que tú tienes tus propias razones para escribir tu historia, tu pasado. Pero no es sencillo, hace falta constancia, tiempo y una guía para ordenar nuestra mente. Para que reescribiendo el pasado, mejoremos nuestro presente y creemos una vida mejor.

Pero, como te digo, es algo en lo que estoy trabajando aún, y no tengo ni siquiera el nombre definitivo.

De momento estamos un pequeño grupo de alumnas y yo escribiendo en «El Oráculo de la Luna», una propuesta semanal de ejercicios de escritura terapéutica al que siempre te puedes unir por tan solo 9,97€ al mes, y sin compromiso de permanencia.

¿Te vienes?

Si tienes aún alguna duda, puedes escribirme sin compromiso a carmengonzalez@manuscrita-mente.com y te responderé lo antes posible.